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La Policía Metropolitana, que el gobierno porteño pondrá en las calles en las próximas semanas, contará con un cuerpo especial para actuar frente a los cortes viales y las protestas sociales que impidan u obstaculicen el flujo vehicular en la Capital Federal". Sostiene Pablo Tomino en el diario La Nación el pasado día lunes 28 de septiembre.

Con esta noticia, dada en primicia (como es de esperar) por la "Tribuna de Doctrina", queda al desnudo la intención de Mauricio Macri al crear su propia policía: REPRIMIR CORTES DE CALLES, REPRIMIR PIQUETES, REPRIMIR LA PROTESTA SOCIAL.
Allá lejos y hace tiempo, cuando recién comenzaba a transcurrir el gobierno del "niño Mauricio", su Fiscal General anunciaba con bombos y platillos "la ofensiva judicial contra el corte de calles". El plan ya estaba escrito, lo primero era instruir a los fiscales contravencionales de la Ciudad para que denuncien todo corte de calles; lo segundo, fue el impulso de las causas contravencionales contra los infractores; lo tercero, la denuncia política acerca de la inactividad de la Policía Federal (Rodríguez Larreta: -,“Estoy harto de que unos pocos invadan el espacio público, que es propiedad de todos. Estos cortes les joden (sic) la vida a miles de porteños que van a trabajar o a la escuela”) y; cuarto y último, lanzar a la calle el escuadrón antipiquete de la policía propia. Un único objetivo: criminalizar y reprimir la protesta social.
Para ello, el ministro Guillermo Montenegro ordenó que los integrantes de la nueva policía tengan un duro e intensivo entrenamiento y, como se puede observar en la foto que ilustra este post, han elegido un uniforme de entrenamiento acorde. Vestimenta negra y escudo fascista en la espalda...