Mauricio está nervioso y ya no alcanzan los consejos de Durán Barba para disimularlo.
Mientras la Legislatura porteña se prepara para poner en marcha la Comisión Investigadora Especial, sus Diputados y Diputadas debaten si integrarla o no. Recordemos que la Comisión Investigadora estará integrada por 17 legisladores de los cuales 5 le corresponderán al PRO.
Mientras la Justicia Federal dirige las investigaciones a las conversaciones mantenidas entre el Jefe de Gobierno y "el Fino" Palacios y, además, le apunta al rol desempeñado por Andrés Ibarra (hombre de confianza de Macri en Boca, en el Ministerio de Educación después y, ahora, en el Ministerio de Hacienda) al contratar al espía Ciro Gerardo James; Mauricio sigue sosteniendo que todo es culpa de Kirchner.
Mientras realiza pomposas declaraciones afirmando que gobierna para los vecinos, su política de vaciamiento de controles en beneficio de los empresarios de la construcción queda al descubierto con el trágico derrumbe del gimnasio en Villa Urquiza. Hace algunos años atrás y, en referencia a los controles de la Ciudad, el Diputado Alvaro González del PRO sostenía en ocasión del juicio político a Aníbal Ibarra que: "Por lo menos en términos personales, tengo el convencimiento de que hubo mal desempeño, que está basado en hechos puntuales: por ejemplo, en el no ejercicio del poder de policía..." Precisamente, el no ejercicio del poder de policía causó la tragedia del derrumbe de Villa Urquiza. Más aún, mientras Mauricio y su inefable compañero Horacio se disfrazaban de rescatistas, el titular de la Agencia de Control asistía a la reunión de Comisión Directiva de Boca para oponerse al contrato de Riquelme.
Mientras Mauricio grita a los cuatro vientos que será candidato a presidente de la nación, Duhalde y Solá lo ningunean y le dicen que vaya por la reelección en la Ciudad. Mauricio se pone nervioso y en un acto de fe republicana afirma que “Esta vez nos toca. Este tren que hemos dejado pasar tantas veces y que hoy nuevamente está en la estación de la Argentina para que nos subamos, nos vamos a subir, aunque tengamos que tirar por la ventana a Kirchner porque no lo aguantamos más”.
Mauricio Macri está nervioso y se le nota, se le nota mucho.