POSTALES DE LA CIUDAD DE LA FURIA a propósito de Vicentín.
Una protesta bien porteña, en modo cacerolazo, por una empresa que nos robó casi 20 mil millones de pesos (si sólo contamos la deuda al Banco Nación), que estafó a media provincia de Santa Fé y que, en vez de pagar sus deudas, la plata que le prestó el Banco Nación se la llevó a sus subsidiarias de Uruguay y Paraguay (dícese "fuga de capitales").
Una protesta bien porteña, en modo cacerolazo, por una empresa que nos robó casi 20 mil millones de pesos (si sólo contamos la deuda al Banco Nación), que estafó a media provincia de Santa Fé y que, en vez de pagar sus deudas, la plata que le prestó el Banco Nación se la llevó a sus subsidiarias de Uruguay y Paraguay (dícese "fuga de capitales").
La Ciudad, en modo síndrome de Estocolmo. Es como si a los porteños y porteñas nos asalta un millonario rubio de ojos celestes, le damos la billetera y le pedimos perdón por no tenerla más llena, por no haber pasado por el cajero automático antes.
Se manifestaron los defensores de la "propiedad privada". Hablemos de Vicentín...