Es una pregunta que no es fácil ni ilegítima. Es claro que Kirchner no es Charles Ingalls y que el F.P.V. no es una pequeña casa en la pradera suspendida en una comunidad de vigorosos y buenos granjeros forjados en una saludable mezcla de contacto con la naturaleza, un poco de trabajo duro y un buen paquete de puros y sinceros valores cristianos. (digo un poco de trabajo porque la verdad es que Charles Ingalls estaba más tiempo haciendo de psicólogo comunitario que de granjero pero eso es otra historia). Más aún, es una pregunta más compleja de lo que parece (como suelen serlo las preguntas). Es una pregunta que esconde una pregunta sobre la política. ¿Qué es la política?. Más de una vez escuche a gente de izquierda jactarse con esa frase (creo que de Benedetti, y si no era de Benedetti sería de algún otro buen hombre tan bueno como Benedetti) que dice: ¨La derecha está más unida que la izquierda porque la izquierda tiene que conjugar ideas mientras que la derecha solo tiene que conjugar bolsillos".
Curiosa mirada, tanto de las ideas, como de los bolsillos como de la política: 1) Primero reconoce implícitamente que la izquierda está básicamente formada por intelectuales.
2) Segundo reconoce que los intelectuales son engreídos e intolerantes. ¿Porqué debería ser más difícil consensuar intereses egoístas que ideas desinteresadas?. La única explicación que se me ocurre es que es más difícil porque los dueños de esas ideas son extremadamente vanidosos y mezquinos.
O sea, y siguiendo con las preguntas
1) ¿Por qué se supone que es fácil juntar bolsillos? ¿Acaso no es el interés egoísta el fundamento del individualismo y el veneno de la solidaridad so pena de darle la razón a los liberales en un punto crucial de la argumentación política?
2) ¿Porqué carajo de los carajos la izquierda no debiera representar bolsillos?. Por supuesto que serían los bolsillos de los trabajadores en vez de los de los capitalistas pero de todos modos serían bolsillos.¿Por que miércoles la izquierda no representa intereses?, intereses de los desposeídos, de los pobres, de las víctimas, de los excluídos, de los trabajadores, de los discriminados pero intereses, ambiciones y deseos. Eso debiera representar.
Entonces, ¿Cuál es la relación entre los intereses y las ideas?.
Hay una relación obvia e inevitable:
Los intereses necesitan ideas. Los actores no es que simplemente deciden ser egoístas y ya, van por sus intereses y punto. Nadie puede hacer eso, tampoco lo pueden hacer los capitalistas. ¿Nunca vieron un perro resistiéndose al veterinario?. El tonto no sabe que el veterinario solo quiere ayudarlo y favorecerlo. El perro solo sabe lo obvio, si está cómodo o incómodo, pobre, me encantan los perros pero no quita que la verdad son medio tontos. Los intereses suponen una visión del mundo, una teoría acerca de cómo funcionan las cosas, una evaluación acerca de que cosas son buenas y cuales son las malas, un juicio acerca de porque ocurre lo malo y el desarrollo de una táctica y una estrategia para vencer las causas de lo malo y optimizar lo bueno.
Pero este casamiento de ideas e intereses no siempre es feliz. Quizá casi nunca sea feliz. Como en el matrimonio existe el riesgo de elegir las ideas equivocadas. Los alemanes del 39 estaban convencidos que su problema eran los judíos y los rusos. No es tan solo que los odiaran y ya. Realmente creían que sus intereses se favorecían haciéndole la guerra. Pero eso es otro tema y esto está muy lejos de Benedetti.
Hay otros inconvenientes a la hora de encajar ideas con intereses. Las ideas son limpias y etéreas. Se pueden pensar en un sillón, fumando una pipa, tirado en una cama. Para producirlas solo hace falta papel. Y ni siquiera eso, se puede pensar y punto. Fundamentalmente la ventaja de las ideas es que se puede pensar solo y evitarse la desagradable tarea de tener que tratar con un otro real. Los intereses no funcionan así. La representación supone tener que tratar con personas y actores reales, tener que competir con otros por la representación, tener que convencer a gente tonta. Oh! si, ¿creen que no?, ¿creen que cuando alguien, pueblo, gente o lo que sea, escucha a un intelectual de izquierda solo dice: !muy bien!, que inteligente es. ¿creen que cuando un intelectual de izquierda habla con otro intelectual de izquierda ambos dicen: !oh!, como coincidimos, !que bien que me llevo con este tipo!. El problema de los intelectuales de Benedetti es que como no todos los comprenden, de hecho casi nadie comprende, sus maravillosas ideas entonces se van, se fracturan, se purgan, se esconden en cenáculos y en última instancia se refugian en las ideas.
Los intereses son sucios y contradictorios. Son siempre egoístas. Si por definición son egoístas. El obrero en huelga defiende su interés. Y lo bien que hace. Eventualmente si las ideas que lo animan son buenas lograra engarzar sus intereses con el de otros sectores. Pero lo hace por el, porque le conviene. Y si, aunque sea desagradable reconocerlo y rompa con la fantasía de la familia Ingalls, los intereses no son todos iguales y potencialmente son contradictorios. Los intereses de los obreros del petróleo, de los obreros automotrices, de las madres solteras, de las minorías sexuales, de las mujeres golpeadas, de los pobres marginales sin trabajo formal, de los presos, de los discapacitados, de los empleados de comercio, de los ecologistas y de todo el calidoiscopio infinito que simplificadamente se llama campo popular, no son exactamente iguales. Es a través del duro trabajo de la representación, convenciendo a gente que tiene ideas diferentes, que ha elegido ser representada por dirigentes despreciables, que no entiende, que cree que sus sector es el único, que se sienta más víctima que otras víctimas, que no quiere pensar acerca de sus intereses, que muerde a los buenos, es a través de ese duro trabajo de representación que las buenas ideas se transforman en una buena representación de intereses o de bolsillos.
Sepan algo prolijos intelectuales de izquierda. Pueden abominar de Kirchner si no lo consideran suficientemente bueno para merecerlos y quizá tengan razón. Pueden abominar de todo lo que huela a peronismo si consideran que hay allí ideas e intereses envenenados que jamás podrán depurar sus prístinas mentes y honestos corazones. Y quizá tengan razón.
Pero si quieren hacer política deberán enfrentarse al desagradable hecho de que esto implica ocuparse de intereses, de egoísmos y de discordias. Nunca las cosas serán del todo a su gusto. Siempre habrá dirigentes desagradables y gente que no entiende. El tiempo que todo lo cura ha hecho un Lenin bueno e inmaculado como un abuelito bueno. ¿Creen que la rusia del 18 era un cuento de hadas?. ¿Creen que la checa respetaba los derechos humanos?, ¿Creen que no había internas e intereses personales en el partido?, ¿Creen que el asalto al palacio de invierno fue una insurrección popular y no un golpe de mano bastante poco representativo?. ¿Creen que las discusiones de Lenin y Trosky eran solo una cuestión de ideas?, ¿Creen que la paz de Brest Litosk donde supuestamente se impusieron las "ideas" de Lenin sobre la estrategia revolucionaria se hubiera dado igual si el resultado de las batallas con los polacos hubieran sido distintas?, ¿Creen que Trotsky, Lenin y Stalin tomaban solo decisiones en base a ideas sin evaluar circunstancias, presiones, relaciones de fuerzas? y la pregunta más incómoda ¿Están realmente seguros, completa y totalmente seguros que si Trotsky le hubiera ganado a Stalin la U.R.S.S. hubiera sido una democracia?. ¿Qué hubiera pasado con Trotsky, en el poder, enfrentado a las apetencias propias y ajenas, teniendo que resolver problemas y enfrentando intereses contradictorios e intereses enemigos?.
No importa cuanto esperen o busquen, la política nunca será como el pueblito de Heidi.
El Sociólogo Renegado