viernes, 7 de marzo de 2008

EN BUSCA DE LA SEGURIDAD PORTEÑA


No vamos a teorizar sobre la necesidad de la existencia de la Policía, ya que ello, a esta altura, está fuera de lugar. La policía, al igual que otros instrumentos de ordenamiento y control social, deriva en forma directa de la organización del Estado y, más precisamente, de la organización del poder político y económico.
El tema, es que, su existencia produce efectos sobre los ciudadanos y habitantes de la Ciudad mayores que los de otros instrumentos y métodos de organización como lo pueden ser los jueces o la escuela. La policía se presenta como una reproducción del poder mismo, y, también, como una manifestación de la forma más primitiva y directa del poder: LA FUERZA.
En ese marco, y también durante la prolongada transición hacia la asunción de las nuevas autoridades de la Ciudad, referentes del "macrismo" y del Gobierno Nacional han venido discutiendo respecto del traspaso de la Policía por parte del Estado Nacional hacia el Estado de la Ciudad de Buenos Aires. Ya en campaña, el anterior Jefe de Gobierno había lanzado su proyecto de Policía Porteña en una glamorosa presentación.
Si bien todos los candidatos a Jefe de Gobierno insistían en la necesidad del traspaso de la Policía Federal, es claro que, con los resultados en la mesa el Gobierno Nacional comenzó a contradecir a su candidato y sostuvo la necesidad de estudiar en profundidad la temática. A medias, cumplieron con parte de la promesa electoral, la LEY CAFIERO se reformó y ya no existen impedimentos legales para que la Ciudad cuente con su propia fuerza policial. De traspaso, nada.
Por otra parte, no resulta ser un dato menor que un Jefe de Gobierno que ha sostenido que se ha venido preparando durante años para ejercer el cargo que detenta actualmente, que en en campaña afirmaba que "HAY EQUIPO", y que tuvo 6 largos meses entre que ganó la elección y que asumió, recién ahora anuncie que en una semana va a presentar SU plan de seguridad. ¿A qué se dedicaron Macri y sus asesores durante todo este tiempo?
"Hay un debate interno que no terminó respecto del proyecto de Policía que se implementará, para presentar el proyecto de ley en la Legislatura", confirmó el jefe de Gobierno en la conferencia de prensa posterior al almuerzo con Alberto Fernández.
No es un dato menor porque la creación de una fuerza policial no es algo que deba improvisarse. Improvisación es lo que demuestra el Jefe de Gobierno cuando comenta que el debate interno no terminó, y cabe preguntarse entonces si realmente empezó.
En ese punto las crónicas periodísticas son vagas y algunas hablan de la creación de una Academia policial. Esa simple definición nada nos ilustra respecto del modelo de formación que tendrá la policía porteña. Sostienen los funcionarios macristas que la nueva policía contará con salarios más altos que los de la federal, que estará equipada con elementos de última tecnología y que será el Estado quien provea de uniformes a los nuevos agentes. Todas definiciones vacías en cuanto a la inquietud respecto del modelo de formación.
Por qué decimos esto, porque lo que distingue a una sociedad avanzada de aquellas que no lo son, no es el número de misiles de que dispone, ni el número de medallas que obtienen sus atletas, ni la renta per cápita ni otras cosas por el estilo, importantes por cierto, pero poco caracterizadoras de lo que podríamos denominar progreso. En cambio, el rasgo definitorio del progreso que caracteriza a una sociedad avanzada es el nivel de organización social racionalmente obtenida, o dicho de otra manera, el grado de desarrollo jurídico de esa sociedad. Entonces, si vamos a tener a una fuerza policial que desconozca la idea de Derecho, el Gobierno de la Ciudad no hará otra cosa que reproducir a la "maldita policía" de Duhalde y a la policía del "gatillo fácil", y no importará cuánto equipamiento tecnológico tenga o cuán alto sean sus salarios.
La otra cuestión fundamental en la concepción de una fuerza policial tiene que ver con la militarización de sus funcionarios. Tal es el modelo de la Policía Federal y de todas las policías provinciales de nuestro país. La militarización no sólo remite a un orden jerárquico y a su correlato de obediencia, sino que remite a la filosofía con la que se forman los futuros agentes policiales, y de ahí, que la crítica a la militarización de la policía constituya una crítica absoluta a la idea de tratar al delincuente o presunto pertubardor como a un "enemigo". No debe soslayarse que el objeto y el objetivo de los militares es la inocuización o destrucción del enemigo. Además, el hecho de estar preparado y capacitado profesionalmente para luchar contra un enemigo provoca la aplicación de tácticas bélicas que, obviamente, no son las idóneas para mantener la delicuencia dentro de cotas soportables para el público, como no resulta idóneo que la población tenga ante sí una Policía absolutamente militarizada que la convierta en un ejército de ocupación en vez de ser un intermediario entre el ciudadano y la administración de Justicia.
El fin a plantearse con la creación de la Policía Porteña debiera partir de la idea de que particulares y policías no son enemigos, no todo sujeto que se encuentra frente a un policía es un delincuente, ni todo policía que se halle frente a un sujeto, aunque éste sea un delincuente, se comporta como un energúmeno. El DERECHO ofrece las pautas necesarias y razonables para encontrar salidas adecuadas al mantenimiento de la paz social.
Lamentablemente el recuerdo de las vívidas imágenes del desalojo de los cartoneros de hace unas semanas atrás, y la concepción autoritaria de la primacía del derecho de circulación que expuso el, también macrista, Fiscal General de la Ciudad, nos remite a la creación de una policía a imagen y semejanza de esa ideología, consecuencia directa de los discursos demagogicos de dirigentes del PRO y del mismo Mauricio Macri.

5 comentarios:

Anónimo dijo...

Excelente el comentario.Macri sólo quiere una policía de represión y la división bomberos (para apagar incendios).Cree que sólo actúan como un "Same" en seguridad. Su "cuerpo policial" quedará circunscripto a lo contravencional.

Anónimo dijo...

Será una policía muy PRO, PRO represión, PRO tortura, PRO criminalización de la protesta

Anónimo dijo...

Macri ,en política ,todavía no aprobó "salita azul".Piensa que la policía es sólo infraestructura.¿Dónde ubicará a sus "presos"?.¿Devoto?¿otro nuevo penal en la ciudad?¿Qué "vecino" querrá que se le instale una cárcel en su vereda?. ¡Oh! ¡Ah!.¿qué horror!.

Anónimo dijo...

Mauricio ahora juega a Policías y Ladrones, y claro el siempre elegía ser policía y papi Franco le compraba todo lo que pedía. Ahora no le dan a la Federal y quiere su propia policía para jugar y empezar a correr a los cartoneros, a los vendedores ambulantes, a los artesanos que ocupan la vía pública y a los mendigos que tanto daño le hacen a la imagen de Buenos Aires.
Muy bueno el análisis del blog, da para pensar.

Anónimo dijo...

Asi me gusta: Un shopping para los que pueden ir al shopping y una carcel para los que no; Mauricio piensa en todos. Incluso en los cartoneros, ladrones de basura que no merecen nada y sin embargo reciben pingües palos de la generosa mano de nuestro magnánimo lider.

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