Durante las campañas electorales los candidatos y las candidatas suelen decir las cosas que la gente quiere escuchar, y cuanto más vagamente se hagan anuncios o planes de gobierno, pues, mucho mejor. Es decir, la campaña electoral se trata de decir cosas que no les hagan perder votos y que, a la vez, no los comprometa demasiado.
Así ha sido la campaña porteña para elegir Jefe de Gobierno.
Hoy, a más de un mes de andar, Macri, pese a su vaga y ambigua verba electoral, ya ha mostrado las uñas y ha contradicho su pretendido Plan de Gobierno. Se adjetiva como pretendido, ya que no es más que un listado de frases hechas y lugares comunes. Sin embargo, adentrándonos en su propuesta, observamos que para la JUSTICIA el macrismo describía en 11 puntos su accionar, y no es casual que el "asegurar la independencia de la Justicia" recién lo encontremos en el noveno lugar.
Aún así, suponemos que los "equipos PRO" nos estaban diciendo, en campaña claro, que el respetar y asegurar la independencia de la Justicia implicaba el respeto de los fallos judiciales y el reproche a toda práctica patoteril de avasallamiento de la misma y que ello, era PRO, es decir, la Propuesta Republicana para los porteños.
No obstante ser una Propuesta Republicana, ni bien se conoció el fallo de la Jueza de Primera Instancia en lo Contencioso Administrativo y Tributario de la Ciudad, Elena Liberatori, se escucharon las primeras amenazas contra la misma. El Diputado Martín Borrelli y el Procurador General de la Ciudad afirmaron que estaban estudiando el inicio del juicio político a la Dra. Liberatori.
Nadie podrá suponer que se trató de una reacción "en caliente", ya que luego de conocerse el segundo fallo de la Jueza Liberatori, el Gobierno de la Ciudad advierte también que la jueza incurrió en un "atropello contra el Gobierno, contra los vecinos y contra los trabajadores al no haber dado vista del pedido de medida cautelar de su resolución y concluir con un fallo que es jurídicamente insostenible", según lo reseña el portal de noticias de la Ciudad, Noticias Urbanas.
Y no se trata sólo de no respetar un fallo adverso de la Justicia de la Ciudad, sino de respetar la letra y espíritu de la Constitución de la Ciudad, ya que previamente, y como se sostuvo en este blog, los legisladores porteños de Macri acordaron con los legisladores de Carrió la sanción de una LEY que facultaba al Poder Ejecutivo a intervenir la Obra Social, en una pretendida gambeta a efectos de ignorar el fallo que dejaba sin efecto el Decreto de Necesidad y Urgencia que disponía la intervención. En rigor de verdad, la Jueza también ha omitido la letra y espíritu de la Constitución. Más allá, de los argumentos jurídicos del fallo referido a los limitados alcances de la Ley aprobada el jueves último, es justo afirmar, que para el dictado de la cautelar la Jueza no ha tenido presente el sencillo y concreto texto constitucional, que respecto a la Legislatura en su Artículo 84 reza: "La Legislatura no puede delegar sus atribuciones".
Nos encontramos frente a una moderna y remixada versión del menemismo de los 90, si los jueces o juezas no nos gustan los amenazamos con "juicio político" y no respetamos sus decisiones.
Ha llegado el momento de que el niño Mauricio se de cuenta que no debe manejarse en la Jefatura de Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires, como se manejaba en las empresas de papá Franco. En la Ciudad hay instituciones que respetar, leyes que respetar, y decisiones que respetar, no se puede andar manejando con caprichos que luego son consentidos por papá.
2 comentarios:
Y Su Señoría, no debería respetar la Ley
Ey, ey, ey, pará un poquito!
Esa Jueza es la misma que clausuró la muestra de León Ferrari, te acordás?
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