En un inteligente y astuto viraje Mauricio Macri ha corrido del centro de la escena la cesantía de más de dos mil trabajadores del Gobierno de la Ciudad mediante la firma de un Decreto de Necesidad y Urgencia (DNU) que establece la intervención de la Obra Social de los Trabajadores del Estado de la Ciudad de Buenos Aires. De esa manera se corre del desagradable lugar del patrón que despide irracionalmente y discrecionalmente a trabajadores que ganan entre $ 800 y $ 2.200, y se coloca en el lugar del eficiente Jefe de Gobierno que quiere combatir a la burocracia sindical que tiene a los trabajadores cautivos de la obra social.
La intervención de la ObSBA no es otra cosa que la devolución del golpe al gremio por los paros realizados en contra de los despidos de trabajadores. Evidentemente le han aconsejado que muestre el conflicto de la Ciudad como un enfrentamiento con la vieja burocracia sindical que no quiere perder sus privilegios. Es decir, se está actuando en reacción a un reclamo gremial que es justo.
La intervención viene disfrazada bajo el lema de la desregulación para que cada uno de los trabajadores elija su Obra Social. Ahora bien, intervenir no es igual a desregular, primera mentira macrista. La intervención significa que una obra social (la ObSBA) que está conducida mitad por el Estado del Gobierno de la Ciudad (funcionarios designados por el Jefe de Gobierno)y mitad por el gremio de los trabajadores, más un representante médico municipal y uno docente, de aquí en más va a estar conducida por UN SOLO FUNCIONARIO CON PLENOS PODERES DESIGNADO POR MACRI.
No se trata aquí de defender a los dirigentes sindicales del gremio de la ciudad, nada más lejos de mis intenciones, por cierto. Se trata de dilucidar un tema que tal como ha sido presentado se presta a confusión.
La segunda mentira macrista es que la intervención ya es un hecho. Pues nuevamente Mauri y Gaby le han mentido. La intervención ha sido dispuesta mediante un Decreto de Necesidad y Urgencia, eso significa que el Jefe de Gobierno se ha tomado atribuciones legislativas que no le son propias y que requiere de la aprobación de la Legislatura de la Ciudad. Entonces, para que la intervención sea un hecho definitivo se requiere que los Diputados y Diputadas ratifiquen el mismo, de lo contrario a los 30 días corridos el mismo pierde vigencia.
La tercera mentira macrista es que los trabajadores podrán elegir su obra social, ya que no se trata de una simple manifestación de voluntad del trabajador, sino que requiere también la aprobación de la obra social o empresa de medicina prepaga elegida. Ello significa, que los empleados jerárquicos que mejores sueldos cobran sí tendrán la posibilidad de acceder a la obra social elegida, mientras que los de más bajos ingresos no podrán optar porque serán rechazados ya que económicamente no les resultara conveniente. Esto sin señalar que la ObSBA le otorga prestación a más de 70 mil trabajadores jubilados que nada aportan a la misma, es claro que no podrán optar por ninguna obra social. Lo que el rostro humano del macrismo (Gabriela Micheti)no responde en su raid mediático es que pasará con todos esos jubilados.
Desde LA CIUDAD DE LA FURIA no pretendemos realizar una defensa de la administración de la ObSBA, ni mucho menos; tampoco se trata de defender a los dirigentes gremiales que la conducen, sino de enfocar en lo importante: LA GENTE.
No nos olvidemos que Macri primero fue por los hospitales para porteños y sin pobres de la provincia de Buenos Aires; después con el IMPUESTAZO, siguió con más de 2 mil despidos; ahora pretende intervenir la ObSBA... Tendrá prevista alguna medida en favor de la gente?
3 comentarios:
Suena razonable, pero que Genta y Datarmini se la llevaron toda también, no?
Anónimo tiene razón, te olvidás bastante de los burocratas sindicales...
Qué pasa? Ahora Genta y Datarmini defienden a los trabajadores y no les preocupa la CAJA NEGRA de su obra social?
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