jueves, 18 de noviembre de 2021

LA MALDITA POLICÍA DE LARRETA

 


Otra vez el gatillo fácil, otra vez la maldita policía de Larreta.

Lucas González era un pibe de 17 años que hacía lo que más le gustaba, jugar al fútbol. Estaba en la sexta división del club Barracas Central.

Lucas salió de entrenar y se fue con amigos en una Volkswagen Suran azul. Al detenerse en un kiosco situado sobre la calle Luzuriaga, de Barracas a comprar un jugo, fueron interceptados por un auto Nissan Tiida blanco, que no tenía identificación policial. Del vehículo bajaron tres hombres de civil desenfundando armas de fuego, luego sabríamos que eran efectivos de la brigada de la Comisaría Vecinal 4C quienes, según su versión, creyeron que iban a cometer un robo.

Cuando se dice que fueron interceptados, es que se les cruzó un auto adelante, ni siquiera le dieron la voz de alto, los encañonaron y los chicos se asustaron porque pensaron que les iban a robar el auto. Creyendo ser víctimas de un robo, los pibes intentaron zafar del bloqueo y fue en ese momento cuando los policías comenzaron a disparar a los ocupantes del Suran.

Cabe aclarar, que si se habla de efectivos de la brigada de una comisaría, nos referimos a personal policial de civil sin identificar que además se trasladan en un vehículo sin identificar. En su defensa, los policías sostuvieron que "creyeron" que iban a cometer un robo, leíste bien... "CREYERON". Ellos creen y matan.

Los pibes creyeron que los policías no eran policías, porque nunca se identificaron ni dieron la voz de alto, sólo mostraron sus armas. La "brigada" de civil persiguió la Suran a los tiros, nunca dejaron de disparar. La Suran era un colador, y dos de esas balas policiales dieron en la cabeza de Lucas.

Esto sucedió el pasado miércoles 17 en horas de la mañana, durante más de 24 horas se impuso el relato policial en los medios, se trataba de delincuentes capturados por la policía y uno de ellos había sido abatido. "Un delincuente abatido". El blindaje mediático funcionaba a la perfección. Los pibes que habían sobrevivido a la balacera, estaban detenidos.

El Juez Alejandro Cilleruelo, titular del Juzgado de Menores 4, ordenó la detención de los cuatro jóvenes atacados. A los tres que resultaron ilesos se los trasladó en calidad de detenidos al Instituto Incháusti, donde quedaron detenidos hasta la mañana de este jueves 18. ¿Cuánto tiempo más seguirá siendo Juez el Dr. Cilleruelo???

Con el paso de las horas, la verdad salió a la luz. No eran delincuentes, salían de jugar a la pelota, eran futbolistas del club porteño Barracas Central

En plena campaña electoral, José Luis Espert pedía mano dura y "transformar en queso gruyere" a quien cometa algún delito. Alentar la idea de "meter bala" no es gratis.

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