Parafraseando al ex presidente innombrable, Mauricio aplica la política de "escuela que protesta, escuela que cierra". No se trata de un mero eufemismo; el Ministerio de Educación de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires envió una circular a los directivos de las escuelas medias a los efectos de que en las escuelas tomadas se identifiquen a los chicos que ocupen el establecimiento al momento de la toma, que se comuniquen con los padres de esos alumnos para que éstos los retiren de la escuela y les indica que ningún docente deberá permanecer en el establecimiento fuera del horario escolar.
Además, la Dirección de Area de Educación Media ordenó expresamente que se suspendan las clases en las escuelas tomadas debido a la incapacidad de garantizar la limpieza de las aulas al estar ocupadas las 24 horas.
No se debe pasar por alto que en la semana previa a las vacaciones de invierno, Mauricio ordenó denunciar penalmente a los estudiantes que tomaban el colegio Mariano Acosta en reclamos de mayores becas a los alumnos de menores recursos. El gran diario argentino nos informaba el pasado 25 de julio que entre 40 y 50 alumnos fueron identificados en la investigación criminal seguida por la Fiscal Verónica Andrada, en orden al delito de "usurpación".
En síntesis, hasta acá tenemos que el primer paso dado por Macri ha sido recortar en un 50% las becas que otorga el Ministerio de Educación macrista a estudiantes secundarios, que el segundo paso fue responder a las protestas de los secundarios con denuncias penales, que el tercer paso ha sido ordenar a los docentes y directivos que suspendan las clases y que no permanezcan en los establecimientos tomados. En esta escalada no es descabellado suponer que Macri y Narodowski soliciten a la policía que reprima y desaloje a los adolescentes que se encuentran en los colegios.
La actitud asumida por Macri es digna de un gobierno totalitario y asume una acción persecutoria inadmisible en Democracia. Anotar los nombres de los alumnos que toman una escuela para luego denunciarlos por la supuesta comisión de un delito penal es el inicio de una escalada criminalizante y expulsiva hacia los jóvenes que estudian en las escuelas de nuestra Ciudad.
Los argentinos teníamos un sistema educativo público que nos enorgullecía por su carácter igualador de oportunidades. Pasó el menemismo y lo colocó en terapia intensiva... llegó Mauricio Macri y, en breve, comenzaremos a avergonzarnos por el carácter autoritario y su aporte al aumento de la exclusión social.
La criminalización de la protesta estudiantil es el primer paso.
2 comentarios:
"Tenemos que decir:¿Señores vamos a seguir permitiendo que la educación sea el privilegio de los que tienen?"
Mauricio Macri (conferencia en UCEMA)
Ahora que el campo está fuera de las tapas de diarios y revistas estamos descubiriendo al verdadero Mauricio Macri
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