jueves, 14 de julio de 2011

Mi Buenos Aires Querido... es tu destino de furia

Buenos Aires se ve tan susceptible... El 47% de los porteños y porteñas respaldó con su voto al actual Jefe de Gobierno, Mauricio Macri.
Atribuirle una razón a semejante apoyo popular no es posible. Muchas y variadas deben ser la razones por las cuales se expidió el "soberano". Eso sí, podemos afirmar que no han sido las grandes obras, ni la sensibilidad social de los gobernantes de la Ciudad lo que ha motivado el voto de los porteños y porteñas.
No obstante, quienes asumimos la responsabilidad de comprometernos con la política tenemos que reflexionar acerca de cuáles han sido los errores propios, no se debe buscar "la paja en el ojo ajeno y obviar la viga en el propio". A boca de jarro, la primera expresión que surge es que le hemos estando hablando a la ciudadanía de la Ciudad de Buenos Aires en otro idioma porque nuestro mensaje, nuestras ideas no han sido interpretadas. Tampoco se supo o se pudo interpretar a la sociedad porteña.
Lo que debemos preguntarnos es por qué el marketing con sus globos de colores y sus apelaciones sentimentaloides le ganaron a la política. Y de nuevo podemos respondernos que estamos hablando en idiomas diferentes. Entonces, de lo que se trata, es de entender que estamos dando una batalla cultural en la Ciudad y que en esa Ciudad estamos perdiendo la batalla cultural por goleada. Es una batalla cultural porque los votantes no quisieron escucharnos y nosotros no supimos llegarles, prefirieron ver la vida en colores y con globos. Las razones por las cuales no querían escucharnos seguramente tiene que ver con cierta apatía generalizada por la política y por la "cosa pública" pero también porque nosotros le hablamos de cosas que no entendían o que no les importaba o que no las sentían como cercanas. ¿Culpa de ellos? NO, culpa nuestra, que no supimos o no pudimos interesarlos e involucrarlos.
Ese 47% que votó a Macri no debe darnos ni asco, ni pena, debe ser un llamado de atención, una alarma que nos indica que debemos repensar al Frente para la Victoria como fuerza política y social porteña además de nacional. La construcción política y la organización social resultan indispensables a la hora de transformar a la política como instrumento de cambio y de transformación, y esa tarea ha sido postergada durante mucho tiempo... Es ahora.
Más allá del resultado, lo que nos ha dejado la última elección es la irrupción en el escenario ciudadano de una nueva representación política, para los ganadores y para nosotros, los representantes en la Junta Comunal o "comuneros". Una representación política que deberá asumir el desafío del momento, una representación política de inmediatez con sus representados que tendrá que cargarse en su mochila la ardua tarea de construir una fuerza política, el Frente para la Victoria, con arraigo territorial y anclaje en la realidad que vivimos porteños y porteñas.
La furia demostrada por el electorado el pasado 10 de julio al rechazar el cambio y la furia de muchos por esa expresión popular deben ser reencauzadas por la militancia y por la política, es nuestro destino de furia el que debe darnos energías para hacer de Buenos Aires la Ciudad más igualitaria de la Argentina.
Todavía es posible y si no, que sepan que somos muchos los que estamos de este lado.

1 comentario:

el arista arrepentido dijo...

Para pensar en una nueva construcción política del kirchnerismo

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