nos puede suceder la misma cosa.
Son esas mismas cosas que nos marginan,
nos matan la memoria, nos queman las ideas,
nos quitan las palabras..."
A partir de la batalla de Caseros se fue conformando la matriz cultural e histórica de una Argentina que gozaba al mirarse en el espejo de la poderosa Europa de entonces. Para ello, se reescribió la historia de los hombres de mayo, desideologizando a San Martín, Belgrano, Moreno, Dorrego y demonizando a Rosas, Estanislao López, al Chacho Peñaloza y a tantos otros caudillos populares y federales.
Para ello, Bartolomé Mitre utilizó su pluma para escribir el relato de la clase dominante y el 4 de enero de 1870 fundó el Diario La Nación, "la tribuna de doctrina", un diario desde el cual se daba forma al relato diario y cotidiano de la época, mientras el mismo Mitre reescribía la historia pasada.
Así la Argentina, granero del mundo, llegó al festejo del Centenario bajo la declaración del Estado de Sitio decretado por el entonces Presidente José Figueroa Alcorta. Un festejo con la presencia de la Infanta Isabel de Borbón en una militarizada Buenos Aires. Había una Argentina invisibilizada a los ojos de la civilización europea y de la nobleza española.
Esta Argentina dependiente y pusilánime del poder económico y del imperio escribe su página máxima el 1 de mayo de 1933 al suscribirse el "Pacto Roca-Runciman" mediante el cual la Nación Argentina se endeudaba con Gran Bretaña por 13 millones de libras. El vicepresidente Julio Roca (h) estuvo acompañado en su gira británica por representantes de la Sociedad Rural y el Jockey Club entre otros, los representantes de la "argentinidad" de entonces. En un banquete ofrecido a la delegación argentina por el Príncipe de Gales, el 10 de febrero de 1933, Roca afirma que "Argentina, por su interdependencia recíproca, es, desde el punto de vista económico, una parte integrante del imperio británico" .
Esta Argentina para pocos fue la causa de la irrupción del peronismo, del "subsuelo de la patria sublevada" al decir de Scalabrini Ortíz, que se movilizó el 17 de octubre de 1945 en defensa de las conquistas sociales amenazadas por la reacción de la oligarquía. El Peronismo fue un antes y un después en la historia argentina.
Los sucesivos y sangrientos golpes de Estado le negaron continuidad a los procesos populares en la Argentina hasta lograr impedir su acceso al gobierno mediante el voto popular.
La actual "Década Ganada" reinstala el debate sobre qué Nación somos, cuál es nuestra identidad histórica y cultural. El festejo del Bicentenario marcó un antes y después en esta batalla cultural, en la revisión de nuestra historia, en el rol que les cupo a cada uno de nuestros próceres, de nuestro patriotas. Al igual que ellos, la Argentina ha vuelto a reconocerse en la América del Sur.
Para la defensa de la historia liberal escrita por Mitre y relatada desde su "Tribuna de Doctrina" no hay distinción entre derechas e izquierdas. Se juntan Marcos Novaro, Matilde Ollier, Beatriz Sarlo, Luis Romero, entre otros. Hablan de deshistorización, de relato, de interpretar el pasado con los parámetros del presente, etc.
Otra vez, es el Peronismo el que vuelve a marcar un antes y un después en la historia argentina. TENEMOS PATRIA y esa patria la construyeron los oprimidos y silenciados por lo héroes de la historia "mitrista".
En este contexto, Mauricio Macri propone eliminar historia argentina de la currícula de las escuelas secundarias, quiere adolescentes que no estudien la historia de su país, porque ello tendría consecuencias negativas para su fuerza política. La ecuación es sencilla: si los pibes conocen la historia argentina jamás podrían ser parte o votantes del PRO, porque Macri representa esa Argentina para pocos, la del "Pacto Roca-Runciman".
Y también discutimos las estatuas, los monumentos; es decir, a qué o a quiénes rendimos homenaje los argentinos y argentinas. Porque es a partir de los homenajes que realizamos que también construimos nuestra identidad. Y la estatua de Colón en la misma Casa Rosada no representa esa construcción de nuestra identidad, no se trata de negarlo sino de ubicarlo en algún lugar más adecuado.
Entonces, cuando discutimos si cambiamos de lugar o no la estatua de Colón, estamos debatiendo nuestra identidad como Nación y ninguna colectividad debe ofenderse por ello. Discutimos lo que Colón representa, y don Cristóbal representa a los conquistadores de la vieja Europa, a los "civilizadores", no a la querida colectividad italiana.
"La Década Ganada" es también la recuperación de nuestra identidad nacional, argentina, popular y latinoamericana. ES LA IDENTIDAD, ESTÚPIDO!!!
1 comentario:
Un resumen muy propio para la fecha patria
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