*Artículo escrito para NOTINAC
Por Juan di Teodoro.
En estos días, y a raíz de la presión mediática, la discusión sobre el índice de inflación ha ganado la centralidad del debate político. Aún así, resulta imposible encontrar profundidad en las discusiones mediáticas, no hay un abordaje serio de la problemática de la inflación ni sobre quiénes miden, quiénes se benefician y quiénes se perjudican por la publicación de un índice de inflación falaz.
Tal como lo relata detalladamente el Secretario Guillermo Moreno, en su denuncia ante la Justicia penal, las llamadas consultoras privadas confeccionan informes sobre datos de inflación falsos para beneficiar a sus clientes, quienes pagan por esos informes, y se benefician con ganancias extraordinarias merced a la aplicación de un índice de inflación sobrevaluado. Esta es la llamada "inflación de escritorio", un inventado índice de inflación creado por la consultora privada que es utilizado por los mismos agentes del mercado financiero que contrataron a la consultora. Esta contratación sólo tuvo como objetivo el provocar una situación de inestabilidad psicológica en la sociedad y en el mercado, con el claro resultado de obtener ganancias injustas e indebidas.
En su presentación, Guillermo Moreno, describe acabamente a las consultoras como las empresas y/o personas físicas que actúan en el mercado analizando variables tales como inflación, tasas de interés, producto bruto interno, inversión, consumo, producción, desempleo, tasa de cambio, intercambio comercial, balanza de pagos, finanzas públicas, etc. En su accionar, las consultoras emiten informes semanales o mensuales que incluyen tanto previsiones sobre las variables mencionadas, como también análisis ex post de las mismas.
Entonces, hasta aquí tenemos que los clientes solicitan a las consultoras informes sobre la inflación esperada para los próximos meses y cálculos sobre la inflación del mes anterior, de esta manera y, en base a dichos datos aumentan los precios de sus productos o las tasas de interés a aplicar.
El informe de Moreno presentado a la Justicia, explica las razones por las cuales se afirma que los pronósticos sobre la inflación que confeccionan éstas consultoras carecen de estudios estadísticos. Ya que de existir tales estudios, los mismos deberían fundamentarse en metodologías aceptadas internacionalmente, que incluyan procesos y definición de variables representativas que aseguren resultados robustos. Asimismo, estas consultoras deberían contar con equipos de trabajo interdisciplinarios (metodólogos, analistas, supervisores, encuestadores, entre otros), que en cantidad y calidad puedan ofrecer un resultado idóneo, sin embargo, ninguna de ellas puede mostrar que cuenta con tanto personal especializado, como sí lo tiene el INDEC. Por ello, concluye el Secretario de Comercio Interior, que los informes que brindan las consultoras privadas son inventos pseudo científicos carentes de rigor con pretensión de verdad, que únicamente pueden contener conclusiones falsas.
De esta manera, vemos como las consultoras denunciadas penalmente por Guillermo Moreno, elaboran de manera intencional cálculos falsos mediante los cuales difunden información a la que denominan “índices de inflación” que resultan ser también falsos, con el único objetivo de crear expectativas inflacionarias a efectos de generar para sus clientes ganancias extraordinarias basadas en el ardid que se encuentra penalizado en el artículo 300, incisos 1° y 2° del Código Penal de la Nación Argentina.
¿Quiénes son los clientes de las consultoras? Los bancos y compañías financieras; y las empresas ofertantes de bienes y servicios.
A qué se dedican los bancos y las compañías financieras? A recibir depósitos, emitir títulos, conceder créditos, otorgar garantías, efectuar inversiones y obtener préstamos. Por ello, entre sus activos poseen títulos emitidos por el Estado Nacional; los cuales, se encuentran atados directa o indirectamente a la evolución del Índice de Precios al Consumidor.
He aquí la razón por las cuales los bancos y las compañías contratan con las consultoras, a las que les solicitan pronósticos macroeconómicos y financieros, que son brindados a través de informes o publicaciones, las que incluyen altos índices de inflación, los que cuanto más elevados sean, permiten lograr que mayor sea la ganancia que obtengan las entidades financieras tenedoras. En síntesis, un informe a medida para obtener mayor ganancia por parte de bancos y compañías financieras.
Es así, que en su denuncia penal, Guillermo Moreno demuestra cabalmente que la tarea fundamental de las consultoras es “vender” presuntos datos estadísticos, tendientes a mejorar la tasa de ganancias de manera espuria de sus clientes, ya que su tenencia de bonos es ajustada por el Índice de Precios al Consumidor (IPC) publicado por el INDEC. De esa manera, a su vencimiento, el Estado Nacional paga más por el título entregado que lo que efectivamente correspondería.
Tal como lo sostiene el Secretario de Comercio Interior es de esta manera que se incrementa de modo fraudulento la deuda pública incrementándola exponencialmente en base a datos e informes falsos. Deuda pública que luego debe pagarse con el sacrificio del pueblo para que unos pocos inescrupulosos lucren con el esfuerzo colectivo.
Mientras ello ocurre con los bancos, las empresas ofertantes de bienes y servicios contratan a las consultoras debido a que en todo proceso de fijación de precios los empresarios valoran en alguna medida las publicaciones de las consultoras, ya que de acuerdo a un informe de una falsa tasa inflacionaria en alza, los precios también tenderán al alza. Ello genera impacto inmediato en los precios y también pone en marcha procesos de pujas distributivas que multiplican la ola expansiva de ajustes.
La denuncia penal de Moreno señala expresamente que para las consultoras no importa si el índice de inflación informado se condice con la realidad, sino que lo importante es que ese índice se ajuste al interés del banco, compañía financiera o empresa que la haya contratado, ya que de esa manera, siendo la inflación altísima, la ganancia también va a ser altísima... Claro, todo de manera ilícita.
En síntesis, Moreno denuncia a las consultoras privadas por producir el alza o la baja de precios, de manera intencionada, mediante la difusión pública de hechos falsos pasados, presentes o futuros, que tienen influencia en el proceso productor o de comercialización de una mercadería o en el del ofrecimiento, tráfico o garantías de los títulos valores públicos o privados. Las consultoras denunciadas son las que encabezan Melconian y Santangelo, Orlando Ferreres y Graciela Bevacqua y Jorge Todesca.
El delito se ha consumado al concretarse el alza o la baja de los precios en base a la información falsa difundida por las consultoras privadas, hecho que se demuestra en la existencia de infinidad de contratos que se firman con cláusulas de actualización en base a dichas proyecciones inflacionarias falsas.
Las consultoras privadas han cometido el delito que se refiere el Artículo 300 del Código Penal: " el que hiciere alzar o bajar el precio de las mercaderías, fondos públicos o valores, por medio de noticias falsas, negociaciones fingidas o por reunión o coalición entre los principales tenedores de una mercancía o género, con el fin de no venderla o de no venderla sino a un precio determinado".
Como bien lo señala Guillermo Moreno existe complicidad entre las consultoras y sus clientes para obtener grandes e ilícitas ganancias económicas. Ese es el negocio de la inflación.
*Publicado originalmente en http://www.notinac.com.ar/index.php?option=com_content&view=article&id=14973%3Ael-negocio-de-la-inflacion&catid=47%3Anoticias-principal
1 comentario:
Hay que resaltar el concepto de "inflación de escritorio". Muy buena la presentación de Moreno
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