La noticia circuló tímidamente por La Ciudad de la Furia. Los pocos medios porteños especializados en la Ciudad la comenzaron a propalar durante el transcurso de este viernes...
El Subsecretario de Inclusión Escolar y Coordinación Pedagógica del Gobierno porteño, Walter Bouzada Martínez, renunció este viernes a su cargo.
Motivos de alegría y fetejos para los miembros de la comunidad educativa no debieran faltar. Bouzada fue el funcionario macrista que a comienzos de la gestión, reunió a los directores del área educativa y les preguntaba a cuántos y quiénes podía echarse de ese ministerio, porque, según se pudo escuchar, "lo que esta Ciudad necesita es una limpieza étnica". Claro que poco le importaba a este funcionario el rídiculo y así lo demostró al menos en una reunión que mantuvo a principios del 2008 con varios directores de área de su órbita, que al llegar a su despacho lo encontraron, a Bouzada, descalzo y jugando un picadito con su pequeño hijo, con arcos improvisados con dos bibliotecas. El relato de este hecho continúo en la sección "El Espía" del Diario Perfil de la siguiente manera: "El hombre hizo pasar a sus subordinados y envió a su hijo a la oficina contigua. La reunión comenzó, pero Bouzada siguió haciendo jueguitos, sentado. Y al parecer el empeine descalzado del funcionario presenta algunas irregularidades porque en plena demostración de habilidades, el esférico salió disparado con fuerza e impactó en el rostro de una de las directoras. La mujer se paró de golpe y amenazó con renunciar, aunque finalmente lograron disuadirla".
La desastroza gestión del Ministro Narodowski al frente de la cartera educativa porteña lo obligó a desprenderse de su virtual viceministro. Pero, lejos de corregir el errático rumbo de la gestión, ha nombrado en su lugar a la dirigente sindical Ana Ravaglia.
Ravaglia se desempeñó como Secretaria General de la Unión de Maestros y Profesores (CAMYP) hasta que se hizo cargo de la Dirección de Educación de Gestión Estatal del Gobierno de la Ciudad. La Unión de Maestros y Profesores fue uno de los gremios que aceptaron el pago en negro de los 110 pesos de aumento. No ha sido el único gremio que aceptó, ciertamente, también lo hicieron la Unión de Docentes Argentinos, cuyo dirigente, Luis María Rodríguez, estuvo a cargo de la Dirección General de Educación Estatal durante el conflicto docente, y la agrupación sindical docente Lista 33, cuya titular, Leticia Piacenza, estuvo y está a cargo de la Dirección de Educación de Adultos.
Cambios para que nada cambie en el Ministerio de Educación de Mauricio Macri. Se fue Bouzada y ahora premian con ascensos a dirigentes gremiales que en vez de defender los derechos de los docentes actuan como delegados de Macri ante los maestros y profesores de la Ciudad. Esos dirigentes sindicales son funcionarios en el Ministerio de Educación porteño, y se sientan de los dos lados del mostrador.
Son los favores sindicales de Macri a quienes le sirven.
3 comentarios:
Sale el energúmeno de Bouzada y entra el sindicalismo que entrega a sus representados. Eso es PRO.
siempre se dijo que el poder corrompe y compra, y que no sólo es corrupto el que se vende, sino que también lo es el que compra. A estos sindicalistas les pagan el favor de haber entregado a sus representados, los docentes, luego del conflicto que culminó con el pago en negro y previa represión ordenada por los fiscales porteños.
Maurico está acostumbrado a que todo se compra y todo se vende, porque iba a ser distinto como Jefe de Gobierno, ahora, compra sindicatitos docentes
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