500 años después no hay nada que festejar. El conquistador llegó y comenzó el saqueo de los recursos naturales de Latinoamérica.
El terror, el saqueo, la humillación, la esclavitud..., en definitiva, el exterminio de los pueblos originarios de nuestra América.
No es esta una visión argentina de la situación, solamente, ya en Madrid hay quienes realizan campañas recordando y concientizando respecto de que "La celebración del 12 de Octubre fue creada por ideólogos del franquismo bajo el nombre de “Día de la Raza” para rememorar la época de su tan añorada España imperial".
Nos decía Eduardo Galeano en su magnífica obra "Las venas abiertas de América Latina" que:
"La división internacional del trabajo consiste en que unos países se especializan en ganar y otros en perder. Nuestra comarca del mundo, que hoy llamamos América Latina, fue precoz: se especializó en perder desde los remotos tiempos en que los europeos del Renacimiento se abalanzaron a través del mar y le hundieron los dientes en la garganta. Pasaron los siglos y América Latina perfeccionó sus funciones..."
Hoy, 12 de octubre de 2008, quizás nuestro continente se haya agotado de continuar con esa indigna función y, quizás, estamos asistiendo al nacimiento de una nueva era en la que nuestra América Latina se pone de pie con nuevos instrumentos como la Unión de Naciones del Sur y el Mercosur ampliado. Era ayer cuando en Mar del Plata se sepultó al ALCA.
Los gobiernos de la región dan crédito a la esperanza, América Latina debe dejar de perder.
Por eso, hoy no tenemos nada festejar, pero sí tenemos la obligación de reflexionar y contribuir al fortalecimiento del continente.
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