A pesar que los ingresos fiscales están superando cómodamente las expectativas que existían a fin de año, cuando se sancionó la ley de Presupuesto, Macri quiere endeudar, más y más, a la Ciudad.
Según datos de la Dirección de Rentas de la Ciudad, en el primer cuatrimestre del año la recaudación de Alumbrado, Barrido y Limpieza subió casi un 90 por ciento con relación a la del mismo período del año pasado, mientras que el salto fue del 34 por ciento en Patentes y del 33 por ciento en Ingresos Brutos, corazón del sistema recaudatorio ciudadano.
Es precisamente el referido aumento de la recaudación que envió a la Legislatura un proyecto de modificación de la ley de presupuesto, en el que solicitó ampliar los gastos de este año en $ 1.528 millones.
Hace unas semanas, la Legislatura porteña aprobó la constitución del Fondo de Infraestructura Social (FoISo) que autoriza al Gobierno a endeudarse por una suma de $ 1.600 millones. El endeudamiento se realizará a través de la emisión de bonos de deuda a ser colocados en el mercado financiero internacional con un plazo de hasta 15 años a una tasa de 13,5 por ciento de interés anual.
Sin embargo, no podemos dejar de señalar el paupérrimo nivel de ejecución de obras que tuvo la ciudad, que en el primer cuatrimestre, ésta apenas superó el 2,5 por ciento de lo proyectado. No se gasta lo que se tiene, es decir los fondos del presupuesto de la Ciudad, pero se solicita más plata para realizar obras que ni siquiera están proyectadas. Y esa plata se financia con más deuda, pese a haberse aumentado la recaudación y existir una gran subejecución presupuestaria.
A la deuda que se asume la Ciudad mediante la emisión de estos nuevos bonos hay que añadirle otra deuda por 800 millones de pesos para el pago a proveedores por obras ya ejecutadas durante la administración de Jorge Telerman, pero que no habían sido debidamente documentadas.
A los contratistas del Estado de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires; entre los que se encuentran Nicolás Caputo –íntimo amigo y socio de Mauricio Macri–, el primo de Mauricio Angelo Calcaterra, y Victorio Américo Gualtieri –constructor socio de Eduardo Duhalde–; les consolidó las deudas anteriores con un bono por 490 millones de pesos.
Esa consolidación de deuda fue realizada mediante la sanción de una Ley de la Legislatura porteña. La ley establece la cancelación de deuda de la anterior administración, la tan mentada herencia recibida. Como ya mencionamos, entre las empresas que se benefician con la emisión de bonos está Caputo con $ 9.730.491, Calcaterra con $ 8.330.972, y Victorio Américo Gualtieri con $ 805.932. La deuda del Estado se cancelará en un plazo no superior a 41 meses, en pagos semestrales.
Según datos de la Dirección de Rentas de la Ciudad, en el primer cuatrimestre del año la recaudación de Alumbrado, Barrido y Limpieza subió casi un 90 por ciento con relación a la del mismo período del año pasado, mientras que el salto fue del 34 por ciento en Patentes y del 33 por ciento en Ingresos Brutos, corazón del sistema recaudatorio ciudadano.
Es precisamente el referido aumento de la recaudación que envió a la Legislatura un proyecto de modificación de la ley de presupuesto, en el que solicitó ampliar los gastos de este año en $ 1.528 millones.
Hace unas semanas, la Legislatura porteña aprobó la constitución del Fondo de Infraestructura Social (FoISo) que autoriza al Gobierno a endeudarse por una suma de $ 1.600 millones. El endeudamiento se realizará a través de la emisión de bonos de deuda a ser colocados en el mercado financiero internacional con un plazo de hasta 15 años a una tasa de 13,5 por ciento de interés anual.
Sin embargo, no podemos dejar de señalar el paupérrimo nivel de ejecución de obras que tuvo la ciudad, que en el primer cuatrimestre, ésta apenas superó el 2,5 por ciento de lo proyectado. No se gasta lo que se tiene, es decir los fondos del presupuesto de la Ciudad, pero se solicita más plata para realizar obras que ni siquiera están proyectadas. Y esa plata se financia con más deuda, pese a haberse aumentado la recaudación y existir una gran subejecución presupuestaria.
A la deuda que se asume la Ciudad mediante la emisión de estos nuevos bonos hay que añadirle otra deuda por 800 millones de pesos para el pago a proveedores por obras ya ejecutadas durante la administración de Jorge Telerman, pero que no habían sido debidamente documentadas.
A los contratistas del Estado de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires; entre los que se encuentran Nicolás Caputo –íntimo amigo y socio de Mauricio Macri–, el primo de Mauricio Angelo Calcaterra, y Victorio Américo Gualtieri –constructor socio de Eduardo Duhalde–; les consolidó las deudas anteriores con un bono por 490 millones de pesos.
Esa consolidación de deuda fue realizada mediante la sanción de una Ley de la Legislatura porteña. La ley establece la cancelación de deuda de la anterior administración, la tan mentada herencia recibida. Como ya mencionamos, entre las empresas que se benefician con la emisión de bonos está Caputo con $ 9.730.491, Calcaterra con $ 8.330.972, y Victorio Américo Gualtieri con $ 805.932. La deuda del Estado se cancelará en un plazo no superior a 41 meses, en pagos semestrales.
La Ciudad ya está hipotecada.
¿Quién levantará la hipoteca?
1 comentario:
Amigos son los amigos.
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