No
toda ruptura es política
Por: Juan Manuel Di Teodoro |
Para Letra
P
Abogado - Movimiento
Evita Capital
Hay cuestiones de la
política que son difíciles de entender, que no resultan ser comprensibles al
contraponer los hechos con las explicaciones de los actores protagónicos. Tal
es el caso de la ruptura del bloque del Frente para la Victoria de la Ciudad de
Buenos Aires.
Lo
que no se le escapa a nadie es que los sectores en pugna mueven sus fichas
pensando ya en el 2017 y no dejan de mirarse de reojo uno al otro. Así fue como
se recelaron todo el tiempo La Cámpora y el PJ de la Ciudad, antes tras
bambalinas y, a partir de la ruptura, a plena luz del día.
Los
unos acusan a los otros de que no construyen en la Ciudad o que no saben
construir mayorías, pero lo cierto es que ni unos ni otros han logrado
interpelar a los porteños. Por una lado, una construcción sectaria y excluyente
beneficiada por el dedo en el armado de las listas que colocó al Frente para la
Victoria en el incómodo tercer lugar en la Ciudad y fuera del balotaje para la
elección de Jefe de Gobierno. Por otro lado, un Partido Justicialista inmovilizado
y esclerosado que sólo sabe de derrotas electorales, que no promueve ni la
formación política ni propicia el debate interno, mucho menos practica la
democracia interna.
Estamos
frente a una ruptura de bloque entre dos sectores que no se diferencian en el
modo de construcción política sino, más bien es, en lo que más se parecen. De
hecho son los que juntos prorrogaron mandatos en el Partido Justicialista para
que todo siga igual y evitar definiciones políticas que hubiesen provocado un
gran debate en el seno del peronismo porteño.
Cuando
se trata de evitar el debate para ocultar los disensos florece la unidad entre
los sectores en pugna, ahí no importa a que bloque pertenece cada uno porque de
lo que se trata es de silenciar los disensos, de no escuchar a la militancia,
la misma que salió a militar de manera inorgánica y desordenada por la
candidatura de Daniel Scioli.
Dicen
por ahí que la gente les pide que se unan, mas ciertamente nadie ha visto a las
masas movilizadas demandando unidad. Lo que sí pudo comprobarse es que en el
2015 la gente le pidió al Frente para la Victoria que haga lo posible para
evitar que el macrismo siga gobernando cuatro años más la Ciudad, pero la
conducción del Partido Justicialista y de La Cámpora (que también es conducción
del PJ en la Ciudad) le propusieron a sus votantes en la Ciudad que en el
balotaje voten en blanco, pero en un hermoso acto de dignidad los peronistas
salimos a votar en contra de Rodriguez Larreta y fue por muy pocos votos que el
macrismo siguió gobernando la Ciudad.
Cuando
no se habla ni se discute la política se la esconde bajo la alfombra y nada de
lo que se produce es político, por eso no estamos ante una ruptura de bloque
que pueda explicarse desde lo político.
Es
tiempo de debate, de análisis, de autocrítica y de reafirmación de nuestra
identidad, es tiempo de terminar con la política de las trastiendas
demostrando la capacidad para instalar la política allí donde el pueblo
pueda enriquecerla con su participación y creatividad. Sólo de esa manera vamos
a poder construir mayoría en la Ciudad.
Publicado originalmente en http://www.letrap.com.ar/nota/2016-9-22-no-toda-ruptura-es-politica
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