Macri no pudo sostener a su flamante Ministro de Educación, Abel Posse. Decíamos ayer que Posse lograba lo que parecía imposible, que se extrañe al ex Ministro Narodowski.
Lo de Posse no fue un error. Su designación fue realizada a sabiendas de quien era, cuál era su pensamiento y, sobre todo, cuáles eran sus antecedentes. Acá no valen las teorías del complot ni de infiltrados. No fue un error.
Posse mostró todo lo que tenía para darle a la Ciudad desde el día anterior a su jura. Una columna suya en "La Tribuna de Doctrina" en la que calificaba al Gobierno Nacional de "infectar con un virus ideológico" la lucha contra el delito, "imponiendo la visión trotskoleninista de demoler las instituciones militares y la policía". Con el traje de ministro acusó a los gremios docentes de negociar los aumentos salariales docentes poniéndole un revólver en la cabeza a los chicos que estudian en las escuelas públicas, además de criticar "la politización" de los sindicalistas.
Macri lo designó a Posse quien pidió reprimir las protestas sociales y aboga por el fin de los juicios a los responsables de los crímenes de lesa humanidad cometidos durante la dictadura, ese nefasto personaje iba a estar al frente de la educación porteña. Eso es también lo que piensa Mauricio Macri.
Por suerte Posse se fue.
3 comentarios:
Posse se va, pero antes nos hizo un favor a todos, dejó al desnudo el vivo pensamiento fascista de Macri.
Estrictamente un acto de justicia que este tipo no tenga a su cargo la educación de los pibes y pibas de nuestra ciudad.
Ahora Mauri se va a calentar, la va a poner de ministra a Kruela De Ville en silla de ruedas y todos vamos a pedir por el regreso de Posse
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