miércoles, 31 de octubre de 2007

Paradojas furiosas

En las últimas elecciones, en nuestra Ciudad, pudimos observar como los ciudadanos y ciudadanas que eran convocados a cumplir con su obligación cívica de oficiar de autoridades de mesa evadían dicha responsabilidad. Se conocieron casos en que los mismos convocados, amparándose en el anonimato del portero eléctrico, rechazaron los telegramas indicando que ellos no vivían más. También, la mayoría de las veces, los telegramas eran devueltos por domiciio desconocido o porque verdaderamente la persona citada no vivía o no vivió jamás en dicho domicilio.
A esos casos, de por sí numerosos, se le sumaron aquellos que se excusaron. Faltaban horas para los comicios y no había autoridades de mesa. Las elecciones estaban en peligro.
Los analistas hablaban de una fuerte apatía de la sociedad. Estimaban baja participación en las elecciones y se lo atribuían a la falta de campaña electoral, "la no campaña"
Sin embargo, los porteños y porteñas mostraron mayor entusiasmo a la hora de votar en estas elecciones nacionales que cuando se elegía Jefe de Gobierno.
El ausentismo en la Ciudad de la furia para las elecciones de jefe de Gobierno había reflejado parte de la supuesta apatía de los porteños: en la primera vuelta, el 30,8% de los electores habilitados no fue a votar; y en la segunda, el 31,8%. El pasado domingo se ausentó cerca del 25%.
Furiosa paradoja de una Ciudad que no quiso asumir su obligación de ser autoridad de mesa, pero que participó más activamente que cuando se elegían a sus propias autoridades.

3 comentarios:

Mendieta dijo...

La vida es una parajoda.Bienvenido Didi al mundo blog. Si antes laburabas poco, ahora olvidate. Gracias por linquear.Abrazo

PEPE BIONDI dijo...

muy buena la nota, pasate por mi blog y deja tu gentilicio. http://patapufeteporsiempre.blogspot.com/

DIDÍ dijo...

Gracias estimado Mendieta por la bienvenida y de nada...
Un gusto conversar con Pepe Biondi y gracias totales.

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