miércoles, 27 de diciembre de 2017

Nuevo Jefe de la Policía de la Ciudad bajo la sombra del "Fino" Palacios

Vuelve. Todo vuelve. 
Cuando la policía de Macri se llamaba Policía Metropolitana y estaba comandada por el Fino Palacios había convocado a policías de la Federal que habían sido desafectados en la purga ordenada por el entonces Presidente Néstor Kirchner en marzo de 2004. Muchos de esos oficiales están señalados por haber integrado la Superintendencia de Seguridad Federal, órgano que realizaba tareas de inteligencia durante la última dictadura militar. Entre los rescatados estaba Carlos Arturo Kevorkian, quien se desempeñó como Superintendente de Investigaciones de la Metropolitana.
Luego de ocho meses de acefalía, debido a la detención por cobrar "coimas" del primer Jefe de la Policía de la Ciudad, José Pedro Potocar, el actual Jefe de Gobierno ha designado como nuevo Jefe de la Policía de la Ciudad a Carlos Arturo Kevorkian.
Kevorkian ya es todo un militante del PRO, trabaja junto a ellos desde que Mauricio Macri era jefe de Gobierno y el ministro de Seguridad era Guillermo Montenegro. El nuevo jefe policial fue pare del frustrado proceso de creación y puesta en marcha de la Metropolitana y tenía un estrecho vínculo con  Jorge "el FinoPalacios, primer jefe de la fuerza creada en 2008.
El entonces comisario mayor de la Policía Federal, Carlos Arturo Kevorkian, estaba al mando de un operativo en la cancha de Huracán el 25 de junio de 2005, cuando la hinchada de Defensores de Belgrano fue apaleada. Un chico de 17 años murió a causa de los golpes, en lo que se caratuló como “homicidio culposo”. En la causa penal, se constató mediante una filmación periodística que Kevorkian, vestido de civil, amenazó a los hinchas de Defensores que salían del partido contra Chacarita: “Te hago cagar a palos, ¿cuál es el problema?”. También consta en la causa que uno de los simpatizantes le gritó a Kevorkián: “Nosotros pagamos la entrada y vos nos cagás a palos”. Y la repuesta no se hizo esperar. En tono burlón, vestido de civil y con el handy en su mano derecha, el comisario le contestó al hincha: “Y claro que sí”.
Sin embargo, pese a ese antecedente, el Ministro de Seguridad de entonces, Guillermo Montenegro mediante la Resolución 330 del 23 de abril de 2009 señala en su encabezado que “se designa responsable de la coordinación general para la puesta en funcionamiento de la Policía Metropolitana”, precisando en su único artículo el nombre del elegido para el cargo y las tareas que le encomiendan: “Asígnase al Comisario Mayor (RE) de la Policía Federal Argentina Carlos Arturo Kevorkian”.
Ya en funciones dentro de la ex Policía Metropolitana, Kevorkian no fue ajeno a la reventa de entradas en la cancha de River Plate. Uno de los principales involucrados en el escándalo por la reventa de entradas en el club River Plate es un ex agente de inteligencia que hoy integra las filas de la Policía Metropolitana. Alejandro Rivaud, alias "el Francés", estaba supuestamente infiltrado en la barrabrava, reportaba directamente a la Superintendencia de Investigaciones de la Metropolitana, a cargo de Carlos Alberto Kevorkian. El fiscal José María Campagnoli había pedido la detención de Rivaud en el marco de la pesquisa que llevó adelante, pero los investigadores nunca pudieron determinar si estaba realizando tareas de inteligencia o si formaba parte del negocio que lideraban barras y dirigentes del club. La Policía Metropolitana no podía hacer tareas de inteligencia, la orden de Kevorkian era ilegal pese a que el Fiscal Campagnoli no lo imputó.
Con estos antecedentes, con el "Fino" Palacios como padrino político, y con un oscuro paso en la Policía Metropolitana en la que tuvo bajo sus órdenes al espía Ciro James, Horacio Rodríguez Larreta lo eligió para conducir la fuerza policial para que la gente se sienta más segura, más protegida.

martes, 12 de diciembre de 2017

La década del macrismo en la Ciudad


Si bien el tango nos dice que "veinte años no es nada" ya pasó una década de gobierno y ejercicio del poder en nuestra Ciudad por parte del macrismo, y parece mucho. Antes de convertirse en una fuerza política, el PRO ya gobernaba nuestra Ciudad de la mano del actual Presidente de la Nación.
Desde aquél lejano 10 de diciembre de 2007 muchas cosas fueron cambiando, nada de shock, todo cambio fue gradual y debidamente acompañado por las distintas fuerzas opositoras de la Ciudad. Sin que nadie pueda hacerse el distraído así ha sido, y ha contado con la inestimable colaboración de Diego Kravetz y Juan Cabandié (cada cual a su turno) siempre en nombre del Frente para la Victoria.
El comienzo de todo fue en una escena muy bien armada por el equipo de comunicación comandado por Durán Barba. Ante las cámaras de televisión, en el Barrio Ramón Carrillo de Villa Soldati, Mauricio Macri anunciaba su candidatura a Jefe de Gobierno allá por 2007. Lo hizo sobre una tarima de madera, que evitaba que sus pies toquen el basural, abrazado a una nena de unos 9 años.
Mientras Macri acariciaba el pelo de la nena, prometía mejoras para el barrio, mayor seguridad y trabajo para todos. Pasaron diez años y en el barrio Ramón Carrillo, donde habitan 15 mil personas aproximadamente, siguen faltando cloacas, electricidad y agua potable y sobra basura que no se retira.
Cuando Mauricio Macri asumía la Jefatura de Gobierno de la Ciudad había tan sólo 12 jueces en lo contencioso administrativo y tributario que, siempre según su propia interpretación, se dedicaban a obstaculizar la gestión de gobierno en la Ciudad. Desde el PRO hablaban de la "judicialización de la política". Esta disputa de Mauricio Macri con los Jueces del Fuero Contencioso Administrativo y Tributario de la Ciudad llegó a instancias del Tribunal Superior dónde 5 jueces fueron denunciados por "conflicto de poderes" en lo que toda la oposición política al PRO vio como un intento de disciplinamiento del Poder Judicial.
Recordemos que la importancia del fuero Contencioso Administrativo y Tributario de la Ciudad radica en el hecho que interviene en todas las causas en las que una de las partes del juicio es una autoridad administrativa de la Ciudad, un Ministro, Secretario, Jefe de Gobierno, Director General, sin importar la cuestión de que se trate. 
A esta altura, y luego de una década de gestión macrista en la Ciudad, existen 24 Jueces de Primera Instancia, el doble de los Juzgados existentes cuando Mauricio Macri asumió por primera vez la Jefatura de Gobierno. De esa manera, el PRO licuó la influencia de jueces molestos que intentaban realizar el pertinente control de constitucionalidad de los actos de gobierno. 
La de los Subtes y Macri es una historia conocida.


Diez años después, la línea de subte sólo avanzó dos estaciones de la línea H mientras que sufrió groseros aumentos de tarifa. Los diez kilómetros de subte por año mutaron por inauguraciones de distinta índole respecto al transporte público. Desde la peatonalización y el transporte en bicicletas, construyéndose una importante red de ciclovías e instalándose un sistema público de rodados que no estaba dentro de las promesas de 2007 y que, además, no resultó ser una solución al problema de la movilidad en Buenos Aires, ya que apunta más que nada a quienes recorren distancias cortas. Por otra parte, y como si se tratara de la misma cosa, se creó desde el 2010 una serie de carriles exclusivos para colectivos llamados "Metrobus". Desde 2015 existen los corredores operativos: Juan B. Justo, Nueve de Julio, Sur, Cabildo, San Martín y Autopista 25 de Mayo.
¿Qué pasó con los subtes en la década macrista? Nada. Líneas con demoras, cortes de servicio abruptos, horas pico imposibles y proyectos que se alejan cada vez más de una solución real. 
Si hablamos de la importancia que le adjudica la gestión macrista a la Educación en la Ciudad de Buenos Aires, bueno es remitirse al porcentaje del Presupuesto que se le asignó año a año. En 2007, el 28,2% del total del Presupuesto de la Ciudad era destinado a Educación, en 2010 bajó al 27%, en 2014 siguió bajando y significó un 23,9% del total del Presupuesto total. Este año, 2017, el presupuesto destinado a Educación significó un 18,5% de total. La falta de vacantes en establecimientos públicos para educación inicial sigue aumentando año tras año, al igual que las vacantes para educación primaria. Los problemas de infraestructura edilicia continúan y los salarios docentes pierden la batalla contra la inflación.
Bajo la gestión de Mauricio Macri, el Gobierno porteño cuadriplicó la deuda pública. En 2008, cuando asumió su cargo, la deuda porteña alcanzaba a 504 millones de dólares. Después de casi ocho años (dos mandatos), superaba los 2100 millones de dólares y pasó de representar el 1% al 9% del Producto Bruto. En dos años de gestión de Horacio Rodríguez Larreta la deuda pública de la Ciudad alcanza a 3296 millones de dólares, según los datos provistos por la Dirección General de Crédito Público de la Ciudad de Buenos Aires.
Una década de gestión macrista en la Ciudad y el actual Jefe de Gobierno ha previsto un cálculo de gastos totales para el año 2018 de 222.382 millones de pesos. En promedio los vecinos y vecinas de la Ciudad de Buenos Aires pagarán una suba del 20% en concepto de Alumbrado, Barrido y Limpieza (ABL) y tendrá, dicho aumento, un tope de 23,4%. Para 2018, el Gobierno de la Ciudad no prevé grandes gastos en Metrobus y una casi nula inversión en subtes, se contempla terminar con la extensión del Subte E en 2019 al igual que la conclusión de la estación Facultad de Derecho de la Línea H. 
En 2018, Rodríguez Larreta prevé invertir en "Obras y Mantenimiento en educación" 3.256 millones de pesos y en "Obras y Mantenimiento en Salud" 1.991 millones de pesos. Parece poco para una década de inacción.
Pese a todo lo hasta aquí dicho, hay que señalar que el PRO ha logrado dominar los tres poderes de la Ciudad. El Ejecutivo hace 2 años y luego de 8 años de gestión ininterrumpida. El legislativo, ya que contará con 33 Diputados (sobre un total de 60 diputados y diputadas) que le aseguran el quorum propio para sesionar sin contar con el acuerdo de ninguna otra fuerza política. El judicial dónde controla el Consejo de la Magistratura y en donde el Fuero Contencioso Administrativo ya no es un obstáculo para la gestión de Gobierno porque los magistrados con menos antigüedad en el cargo han abandonado la vieja costumbre del control de constitucionalidad de los actos de gobierno.
Una Ciudad hegemonizada por el PRO en donde la oposición no puede siquiera mostrar nuevas caras, nuevos dirigentes, nuevas ideas. Así como están las cosas, veinte años no serán nada para la construcción de una alternativa de Ciudad y seguirá siendo febril la mirada, errante en las sombras, que busca y que nombra a un dulce recuerdo de una Ciudad que ya no es.
La escenografía está montada, sólo falta terminar la Villa Olímpica en Lugano y decorar sus alrededores, el resto se tapa con globos (blindaje mediático).

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