lunes, 22 de marzo de 2010

SARMIENTO: LA JUEZA QUE NO QUISO SABER DE QUÉ SE TRATABA Y QUE AHORA NOS TRATA DE IMBÉCILES

La hija del Coronel, allá por la década del 70, estudiaba en la Universidad Católica, era catequista y de paso cantaba en el coro universitario. Su hermano, el varoncito de la familia, Alejandro Luis, el 25 de octubre de 1976 presentó su solicitud de ingreso al Colegio Militar, en la que consta que su padre era Ministro de Gobierno de Misiones.
Ella, la estudiante católica de abogacía hija del Coronel, no preguntaba por qué. Su papá era Ministro de Gobierno en la provincia de Misiones, cuando gobernaban los militares, claro, todo normal para la veinteañera María José.
Mientras ella terminaba el colegio secundario, allá por mayo de 1971, su "papi", fue destinado como Jefe de Inteligencia al Comando del Cuerpo II, uno de los escenarios principales de la lucha del Ejército contra las organizaciones armadas peronistas y marxistas y continuó en ese decisivo cargo operativo en 1972. En ese cargo, se encargo de aplicarle picana a un joven militante de la JP. Ello ocurrió el 28 de noviembre de 1972, Tacuarita Brandazza, de 23 años, fue secuestrado por un comando conjunto de las policías provincial y federal, el Cuerpo de Ejército II y la Gendarmería, y torturado hasta morir en la sede del Comando, en Dorrego al 900 de Rosario. El "papi" de la Jueza manejaba la picana...
En el año 1974, mientras María José estudiaba abogacía, su padre se retiraba del Ejército porque había tomado estado público su participación en el secuestro y asesinato de Brandazza. Pero no se jubiló, ingresó a la Secretaría de Inteligencia del Estado (SIDE) que ya en ese entonces era controlada por las Fuerzas Armadas.
Papá Sarmiento se desempeñaba como jefe de inteligencia en Posadas hasta que luego del Golpe de Estado asumió como Ministro de Gobierno de la Provincia de Misiones. Sin embargo, mientras todo ello sucedía, la niña Sarmiento no se enteraba de nada. Estudiaba abogacía pero no comprendía que los amigos de su papá habían quebrantado el orden constitucional, ni que las instituciones de la República estaban subordinadas al Comando en Jefe de las Fuerzas Armadas.
María José ingresó en el Poder Judicial en el año 1978 gracias a los influyentes amigos del Coronel Sarmiento, cosa que ella no ignoraba. Así las cosas, ya egresada y con su título de abogada continuó su carrera judicial hasta que Carlos Saúl Menem la designó Jueza federal.
Quizás se le pueda conceder a María José que durante su adolescencia y tierna juventud no haya tenido cabal conciencia de lo que sucedía. Quizás, y sólo tal vez, se pueda comprender que a raíz de pertenecer a la "familia militar" María José haya creído que los buenos de la historia eran los de uniforme.
Sin embargo, es imposible suponer que durante los años '80 la Dra. María José Sarmiento no supiera todavía qué era lo que había hecho su papi en la larga noche de la Dictadura. En esos años, cuando las madres y abuelas todavía reclamaban "Aparición con vida" y los comandantes eran condenados, María José no podía ignorar lo sucedido... podía ponerse del lado de los genocidas, pero no podía ignorar que su papá era parte de ese plan macabro ideado por los militares.
María José no quiso saber de que se trata, pero tiempo después María José no pudo no saber lo ocurrido durante la última Dictadura. Tampoco podía Sarmiento ignorar el rol de su papi en la provincia de Misiones.
Devenida en Jueza, María José no pudo ignorar que las leyes de obediencia debida y de punto final beneficiaron a su papá, el mago de la picana. Tampoco podía ignorar la Jueza que a partir del 25 de mayo de 2003 el gobierno de Néstor Kirchner se empeñó en culminar con la impunidad de los crímenes de lesa humanidad, y, María José sabía que eso significaba que en algún momento la Justicia se iba a ocupar de lo que hizo su papi.
Más de quince causas por violación a los Derechos Humanos en la Provincia de Misones se abrieron al concluir la Dictadura para investigar noventa casos de secuestros, torturas y asesinatos. Esas causas se paralizaron a raíz de las leyes de punto final y obediencia debida, y comenzaron a reabrirse en 2005 una vez que la Corte Suprema de Justicia confirmó la nulidad de ambas leyes. En febrero de 2006 el Fiscal General de Misiones, Guillermo Mario Negro, solicitó el procesamiento de Sarmiento y de otros diez militares y policías. Nada de esto podía ser ignorado por Su Señoría, la Dra. Sarmiento.
La Jueza Sarmiento nos trata de imbéciles pretendiendo hacernos creer que no sabía quien era su papi y que desconocía que se había reabierto hace 5 años una causa en contra del Coronel Sarmiento.
La Dra. Sarmiento se victimiza pero ella fue la que actuó con revanchismo al fallar en contra del Gobierno en los casos del DNU del Fondo del Bicentenario y de la remoción de Martín Redrado. Ahora, el lobo se viste con piel de cordero...

2 comentarios:

el arista arrepentido dijo...

Es increíble, esta mina se cree que somos todos tontos... Muy bueno lo suyo...

Esteban dijo...

Una jueza que miente y nos engaña, puede seguir siendo jueza?

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