sábado, 6 de junio de 2009

UNA REPARACIÓN HISTÓRICA

El 31 de enero de 1962, en la Octava Reunión de Consulta de Ministros de Relaciones Exteriores de la OEA, celebrada en Punta del Este, Uruguay, se resolvió separar a Cuba del conjunto de naciones americanas por las siguientes razones:
1. Que la adhesión de cualquier miembro de la Organización de los Estados Americanos al marxismo-leninismo es incompatible con el Sistema Interamericano y el alineamiento de tal Gobierno con el bloque comunista quebranta la unidad y solidaridad del hemisferio.
2. Que el actual Gobierno de Cuba, que oficialmente se ha identificado como un Gobierno marxista-leninista es incompatible con los principios y propósitos del Sistema Interamericano.
3. Que esta incompatibilidad excluye al actual Gobierno de Cuba de su participación en el Sistema Interamericano.
4. Que el Consejo de la Organización de los Estados Americanos y los otros órganos y organismos del Sistema Interamericano adopten sin demora las providencias necesarias para cumplir esta Resolución.
Estas resoluciones fueron adoptadas por el voto de catorce países a favor, uno en contra (Cuba) y seis abstenciones (Argentina, Bolivia, Brasil, Chile, Ecuador y México), y por la cual se excluyó al actual Gobierno de Cuba de participar en el Sistema Interamericano.
Pasaron 47 años para que se deje sin efecto la oprobiosa expulsión de Cuba de la OEA, y de esa manera, se dejan atrás infames décadas de anacronismo y persecución hacia el pueblo cubano. Resultaba inconcebible mantener una segregación por razones ideológicas como lo es el mantenimiento del bloqueo económico por parte de los Estados Unidos sobre Cuba.
Hace ya algunos años, Latinoamérica ha vuelto a pensarse a sí misma y ha renovado y fortalecido sus vínculos sociales, políticos y económicos. América Latina se está esforzando en la búsqueda de consensos con el claro objetivo de insertarse en el Mundo glogalizado como continente y no, como naciones individuales. El proceso de integración regional va dando sus primeros resultados.
Esta vez, el capricho de los Estados Unidos fue dejado de lado, en parte, por la férrea unidad latinoamericana, en parte, por la racionalidad de la diplomacia de Obama. Quizás estemos frente a una nueva forma de relacionarse con el continente por parte de los Estados Unidos.
Lo cierto y concreto es que se ha reparado una injusticia. También es cierto que no hubiera sido posible sino hubiesen existido gobiernos como los de Lula en Brasil, Chávez en Venezuela, Evo Morales en Bolivia, Correa en Ecuador, Lugo en Paraguay, Ortega en Nicaragua, y Cristina en Argentina, entre otros.
El sueño de Bolívar y San Martín está más vigente que nunca.

4 comentarios:

el arista arrepentido dijo...

Una reparación histórica que no hubiese sido posible con ningún otro gobierno en la Argentina. Ninguna de las opciones electorales que se oponen al Frente para la Victoria hubiese impulsado el proceso de integración continental que impulsaron Néstor Kirchner y Cristina Fernández, ni ningún político opositor hubiese visitado Cuba, como sí lo hizo la Presidenta.

Anónimo dijo...

Viva Cuba!!!

Vanina dijo...

Se hizo Justicia, al fin latinoamérica se pone los pantalones largos y le da a Cuba el trato que se merece. ¿Leyeron los fundamentos por los cuales se expulsó a Cuba? Verguenza dan, verguenza.

SOY K dijo...

Gracias Cuba por enseñarle el camino a todo el continente... Hoy es Bolivia, Venezuela, Ecuador, Nicaragua y Argentina.

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