miércoles, 4 de marzo de 2009

Macri: EL ARTE DE HABLAR SIN DECIR NADA o DE MENTIR SIN SONROJARSE

El niño Mauricio inauguró un nuevo período de sesiones ordinarias (por cierto, cada vez más ordinarias) de la Legislatura de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires. Fue el pasado domingo 1 de marzo.
"A pesar del contexto que nos envuelve, venimos a esta legislatura con más fuerza que nunca, para continuar el camino de crecimiento. La crisis no debe paralizarnos, más aún, nos exige ser creativos para encontrar soluciones a los problemas comunes. El desafío es de todos. Del Gobierno, los legisladores, los jueces y los vecinos. De todos", dijo el Jefe de Gobierno mientras algunos tratábamos de entender que había querido decir.
"Espero que este año electoral no nos corra del eje y podamos seguir trabajando de la misma manera" afirmó Macri mientras todo su gabinete discute con Gaby Michetti respecto si debe ser o no, candidata, si con elecciones separadas o juntas.
"Caminando las calles vemos que no estamos solos en esto, que cada vez son más los vecinos que nos acompañan", continuó Macri mientras los vecinos de la Av. Pueyrredón protestaban en las puertas de la Legislatura, luego de piquetear en Barrio Noerte el pasado viernes 27 de febrero.
"Se que muchos esperan ver resultados ya, pero les pido que tengan paciencia", dijo Mauricio a sabiendas que no está bueno Buenos Aires y que nada se ha visto de sus promesas en la Ciudad.
"Hemos demostrado que somos flexibles cuando podemos mejorar una medida", sostuvo Macri queriendo justificar sus innumerables marchás para atrás en medidas tomadas, como ser la de los "malditos parquímetros" de San Telmo, Recoleta y Barrio Norte.
Bordeando lo irrepestuoso y la hipocresía cuando las clases no empiezan y no se hacen las instalaciones de gas en las escuelas, Mauricio Macri afirmó que: "Nuestros chicos van a tener oportunidades en el mundo del trabajo y la educación va en ese sentido. Por eso trabajamos desde los ministerios para garantizar el acceso a la tecnología en la formación de todos los chicos. Llevaremos internet a todas las escuelas y abriremos nuevos centros de inclusión digital. El aprendizaje de inglés debe ser un derecho para todos los chicos".
De esa manera, Mauricio (que es Macri) habló sin decir nada o mintiendo, haciendo referencia a una Ciudad virtual que sólo existe en su imaginación.

3 comentarios:

Anónimo dijo...

Lo que no se menciona en este blog es que Mauricio Macri ha leído todo su discurso, y ... que lee pésimo! ¡Por favor! ¿Cómo se puede leer tan mal? Yo le hice caso a este blog y lo miré por TV, casi me quedo dormido, encima de que no sabe leer no dice nada, un bodrio!!!

Marcelozonasur dijo...

Habia otro que lei los discursos... y tambien los leia mal... cualquier similitud es pura coincidencia...

O no? je.

Pablo Morales dijo...

"A pesar del contexto que nos envuelve,
En pocas palabras: el país, el mundo, para Mauricio es el "contexto que nos envuelve". Más o menos como los negros de la Provincia.
La ciudad de Buenos Aires por lo que queda de su mandato no es parte del país: parece ser de él.
Las molestas instituciones, los otros poderes, la demanda social, los mecanismos de participación, en definitiva, todo aquello que se oponga a su cacciatoresca voluntad es un obstáculo que explica las razones de su fracaso.
Impedido de usar la fuerza y el terror como su admirado colega militar se enfrenta a la impotencia que los límites del marketing político le revela: es necesario hacer algo bien -para revalidar su famoso "60% de los votos" con el que nos aburre- y no sabe cómo.
Solamente así se explica que jamás lo escuchamos hablar acerca de cuál es la contribución que puede hacer Buenos Aires a la Nación.
La Capital, el distrito más importante, el más rico, el de las mayores oportunidades sólo pide.
No se escucha una sola propuesta, una sola medida útil ni para el desarrollo del propio distrito, mucho menos un aporte al conjunto de los argentinos.
En cambio escuchamos una eterna letanía de excusas y llantos buscando endosar a los "contextos" los resultados de su impericia y su improvisación.
Pero eso no es todo.
Presto a desparramar hormigón como única idea de gestión, nos vamos encontrando con una madeja de licitaciones que por su nivel de oscuridad está empezando a revelar la segunda gran mentira PRO: no eran mejores, no eran más limpios.
Ineptos y corruptos.
Macri es un error colectivo.
Es mejor asumirlo y empezar a corregirlo en las proximas legislativas cambiando sustancialmente la composción de la Legislatura.
Habernos equivocado es grave, no reconocerlo a tiempo sería imperdonable.

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